Permitidme unas breves palabras para rendir homenaje a la maravillosa persona que ha sido y será siempre para nosotros Concha Colomer. Mis primeros encuentros con ella tuvieron lugar en Granada en el año 1989 cuando yo acababa de llegar a la Escuela Andaluza de Salud Pública y mantuvimos una reunión que se organizaba allí sobre el tema de promoción de la salud y ciudades saludables. Desde el primer momento me llamaron la atención tres características de Concha. La primera, su capacidad de escuchar e intercambiar ideas con sosiego, y siempre con espíritu constructivo. La segunda, su aproximación a la salud pública aplicada a la búsqueda de la equidad. Sin duda fue líder en mostrarnos la importancia de los determinantes sociales de la salud, y de la esencial necesidad de considerar la perspectiva de género en nuestros análisis y propuestas de salud pública. Y la tercera, algo que emergía directamente en su mirada: su sentido de compromiso social y profundo deseo de hacer el bien.
Algo más cercano en el tiempo tengo en mi retina el recuerdo de cuando me dio la bienvenida a Valencia en el 2004 y diciéndome que si necesitaba algo,... ahí estaba ella para echar una mano. Es difícil expresar el enorme valor que tuvo ese gesto para mi en ese momento. Años más tarde, y aun dentro de lo ajetreado de nuestras respectivas vidas, tuve la oportunidad de compartir buenos momentos con Concha y Carlos durante algún fin de semana en La Pobla del Vallbona. Más recientemente tuve alguna ocasión (mucho más fugaz de lo que me habría gustado) de intercambiar ideas con ella en sus funciones como representante del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y en las mías en la OMS-Europa. Sin duda todos la considerábamos una autoridad en la materia, y destaco la utilización del término “autoridad”, más allá de la connotación formal, como atributo que se gana con el buen hacer y el ejemplo cotidiano.
Envío sentidos abrazos a Carlos, a Marina y a toda la familia de Concha Colomer, y concluyo agradeciendo a la vida el haberme dado la oportunidad de conocer a una persona como Concha. Su inspiración perdurará a través de sus lecciones como mujer culta, generosa, amiga y que se supo ganar nuestro cariño, respeto y admiración para siempre.
Con profundo afecto,
Jose Maria Martin Moreno
Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública,
Facultad de Medicina, Universitat de València
No hay comentarios:
Publicar un comentario