De
ida y vuelta
Recordando a Concha Colomer Revuelta desde la otra orilla del Atlántico
Raúl
Mercer
FLACSO
(Facultad Latinomaericana de Ciencias Sociales), Argentina
Sergio
Meresman
CLAEH
(Centro Latinoamericano de Economía Humana), Uruguay
La
ausencia y la salud
Todavía
es difícil despedirse de Concha. Su ausencia llegó demasiado
pronto, su recuerdo demora en alejarse del presente. Intentamos
guardar las fotos, aquietar la fuerza y música de su voz, poner a un
lado los proyectos que habíamos comenzado a hacer para cuando
regresara al llano del trabajo libre y sin las responsabilidades y
presiones del Ministerio. Y sin embargo su marca parece estar
presente en todo lo que sigue. Hay un silencio que cuesta aceptar,
cuesta des-silenciar y con eso una sensación extraña, de tristeza y
de estar menos sanos...
Su
ausencia está presente.
“Yo
creo que nuestro diálogo, nuestra relación, tiene mucho que ver con
la promoción de la salud mental, de la nuestra. De hecho, a mi me
sirve, soy más feliz ahora.”
(CCR,
agosto 2002)
Los comienzos
En
el año 2001 nos pusimos en contacto por correo electrónico para
compartir la noticia: Concha Colomer, vendría a Uruguay como parte
de un proyecto de asesoría al Ministerio de Educación y quería
aprovechar el viaje para conocer Buenos Aires. Soñaba con caminar
aunque sea unos pasos junto a las Madres de la Plaza de Mayo. Para
nosotros era la oportunidad de conocerla, pocos meses después de
haber tomado contacto con su libro “Promoción de Salud y Cambio
Social” escrito junto a Carlos Alvarez Dardet. Desde ese momento y
hasta ahora, se inició un “tri-diálogo” como ella lo llamaba.
Un espacio virtual hecho de mensajes, llamados, intercambios,
proyectos. Todavía continúa ese contrapunto salutogénico que hoy
nos hace intentar traerla de nuevo desde la memoria y recuperar su
palabra y su cariño, único e irrepetible.
Montevideo – Uruguay
Sergio Meresman - Concha Colomer - Raúl Mercer
|
El
primer encuentro
Raúl:
¿Cuál es la primera imagen que tienes de tu primer encuentro con
Concha?
Sergio:
Nos encontramos a través de Mª Luisa Vázquez, y en las primeras
conversaciones había mucha literatura. Cortázar, César Vallejos,
siempre estábamos recordando cosas que habíamos leído y nos
inspiraban en la conversación y en los proyectos que nacían.
Luego
llegaste tú y comenzaste a escribir odas. Creo que había una gran
corriente de humor y placer salutogénico en la correspondencia.
Concha estaba siempre alegre y siempre queriendo crear cosas. En esa
época recibía diariamente entre 5 y 25 correos de Concha, se creó
un circuito de comunicación que era a la vez exigente, generoso y
fértil. Había muchas relaciones, caminos, intereses, gustos y
amistades en común, que inspiraban confianza y alimentaban el
espíritu.
Sergio:
¿Qué significó el cruce de Concha a Buenos Aires? ¿De qué
hablaron?
Raúl:
Para mí significó un momento pleno de expectativas. Nos
encontramos en el puerto, descendió del barco junto a Gusi, su
compañera de trabajo de aquél entonces. Posteriormente les propuse
un recorrido extenuante por Buenos Aires que incluyó sus plazas, su
historia, sus sabores, la cultura española omnipresente. Hubo tiempo
para la academia y para compartir sus pensamientos en torno a sus
intereses profesionales: la salud y la equidad de género.
Terminamos por la noche fría recorriendo las calles lúgubres del
barrio de La Boca en un viaje contracultural, alejado del circuito
turístico y más cercano a la aventura. Nos divertimos.
“Hoy
tengo una mañana de buen humor y muy productiva. He
recuperado mis espacios, mis tiempos,... y esto al parecer me sienta
muy bien. Me siento "extendida mentalmente y emocionalmente".
Voy a respetar vuestros tiempos y a dejaros un tranquilo
despertar. No os voy a apabullar (de momento) con mi estado de ánimo.
Luego volveré, cuando estéis activos, a contaros cosas.” (CCR,
agosto 2002)
El
trabajo colaborativo, una experiencia de vida
Raúl:
¿Cuáles fueron los aspectos que destacas a partir de las primeras
propuestas de trabajo en las que trabajaste con ella?
Sergio:
Parecía incansable. Estaba siempre motorizando procesos, búsquedas,
oportunidades. Nos invitó a montar con ella un curso en línea y en
pocos meses estaba en marcha pese a que ninguno de nosotros tenía
experiencia con educación a distancia. Concha creaba un clima de
trabajo muy bueno, le gustaba trabajar en equipos, era una compañera
con la que resultaba fácil y motivador hacer cosas. Estaba siempre
generando contactos, articulando gente amiga, promoviendo encuentros.
No recuerdo que hablara mucho de redes pero actuaba todo el tiempo en
ese sentido.
Sergio:
¿Y a ti, qué te gustaba de ella?
Raúl:
Una de las cualidades que más destaco de Concha era su capacidad de
trabajar en red, pensar en red y vivir en red. No se concebía como
un ser único. Por el contrario era un ser social. Su existencia
personal y laboral cobraba vida toda vez que cada idea, cada
proyecto, cada propuesta iba enmarcada en su afán constructivista.
Detestaba los personalismos y gozaba siendo transgresora. La
interdisciplina fue un estilo de vida. Las barreras culturales,
idiomáticas, las distancias y las diferencias eran transformadas,
mágicamente, en factores de cohesión. Del mismo modo su vida
estaba apoyada en una red de afectos y de amigos sólidamente y
prolijamente constituida, protegida como el más frágil de los
pétalos.
Raúl:
¿Qué recuerdos te trae las experiencias en la EVES? ¿Puedes
destacar alguna de ellas?
Sergio:
Creo que durante los últimos años que trabajó allí habían
sentimientos bien ambivalentes entre ella y la Escuela. Por otro
lado, eso es bastante común en todas las instituciones, hay lazos de
amor-odio, rivalidades y celos profesionales que se entrelazan con el
deseo de aprovechar las capacidades e historias compartidas, generar
y socializar proyectos. Recuerdo que lo hablábamos y ella buscaba
siempre evitar detenerse en los conflictos y obstáculos, encontrando
vías creativas y productivas para continuar produciendo. Se reía de
mí cada vez que yo hacia comentarios “ambivalentes” sobre mi
trabajo con escuelas saludables.
“Sergio,
la verdad, con la manía que le tienes a los niños y niñas, a las
madres y sobre todo a las maestras, no entiendo porque te dedicas a
las escuelas, donde se concentran todas tus enemigas! ¿Por qué no
te pasas a la promoción de la salud en prisiones por ejemplo? Seguro
que el ambiente en ellas te parece más estimulante y menos agresivo
que en las escuelas! Si lo decides cuenta conmigo, yo te acompaño
también en esto!”
(CCR,
agosto 2004)
El
último trabajo que hicimos juntos en EVES fue muy especial y
disfrutable. Una capacitación intensiva en promoción de salud para
funcionarios/as del Ministerio de Salud de Rumania. Concha disfrutaba
de la diversidad, de lo extranjero. Y necesitaba enseñar, sabía que
eso era parte de los procesos de cambios (sociales y subjetivos) que
siempre había defendido.
Sergio:
Recuerdo una frase de Concha en un artículo que me gustó mucho “No
sé qué viene después del patriarcado” ¿Cuál era a
tu criterio, el significado que le daba al trabajo en Género?
Raúl:
La equidad de género, era una de las razones de su vida. Iba
mucho más allá de una postura personal sino un compromiso y una
defensa de los derechos de las mujeres españolas y migrantes que aún
siguen vulneradas en sus derechos y víctimas de situaciones
violentas. No sólo los toros pagan los costes de la sed de sangre
de algunos sectores de la sociedad española. Luchó desde su
posición en el Ministerio de Sanidad, pero también trabajando junto
a otros ministerios y organizaciones de la sociedad civil. Hablar de
equidad de género es pensar en sociedades más justas, solidarias,
libres de violencias y hegemonías. Supo atravesar esta visión a lo
largo del curso de vida integrando su visión como pediatra social y
su activismo por los derechos de los niños y niñas, hombres y
mujeres del mañana. Libraba batallas en diferentes campos con la
misma bravura, desde la cotidianeidad hasta los más complicados
escenarios políticos.
“Lo
de ayer fue increíble. Comencé luchando contra una cucaracha
(animales que odio), que estaba en el ascensor de mi casa a las 7.30
de la mañana y terminé a las 10 de la noche haciendo la declaración
de hacienda (otro tema que odio). En medio tuve que suspender un
curso que estaba dando porque, después de solventar los problemas
con los ordenadores (y pelearme con los informáticos), se fue la
luz!!! ..., me pelee también con los de los cursos de verano, con la
agencia de viajes,... y muchas otras pequeñas cosas que acumuladas
te amargan el día. Esta mañana me desperté a las 5 de la mañana
con los nervios de punta, pero he conseguido reconciliarme con la
mayoría y el curso ha podido seguir, así que estoy mejor. Pues sí,
afortunadamente hoy está siendo mejor”
(CCR,
junio de 2002)
De
ida y vuelta
Raúl:
Momento de reflexiones finales. Observando a Concha desde el Río de
La Plata. ¿Qué mensaje os deja?
Sergio:
Deja muchos. Todavía estamos muy tristes para aprovecharlos. Tal
vez uno de los más evidentes era la forma en que se posicionaba para
el trabajo conjunto. La cooperación era siempre horizontal, de ida y
vuelta. Es algo que se proclama bastante pero muy pocas veces se
lleva a la práctica. En ella era parte de una forma de ser y estar
en la relación con todos nosotros.
“Un
tema a incluir es el modelo de colaboración que queremos, tal vez es
algo que no hemos hablado lo suficiente y seria un buen momento. Esto
incluye la implicación de cada uno/a que queremos y podemos tener,
los roles a jugar, las responsabilidades que podemos asumir. En
general a mi me gusta mas un modelo de colaboración entre iguales
que de ‘cooperación para el desarrollo’ ”
(CCR,
enero 2005)
Congreso de Pediatría Social - Salamanca |
Sergio:
Del mismo modo, que aprendizajes destacas?
Raúl:
Destaco en Concha varias cualidades. Por un lado su
transparencia, su modo de ser. Por otro lado, era una profesional en
todo el sentido de la palabra. Desde el campo laboral hasta las
relaciones de amistad. Para ella, preservar la amistad y su familia
eran cuestiones sustantivas. Materia no negociable. Otro aspecto que
destaco es su amplitud y posicionamiento ante un mundo global cada
vez más asimétrico.
El
tema de ida y vuelta fue recurrente. Desde las corrientes
migratorias desde y hacia España, la fusión musical del flamenco
con el tango en la voz afroespañola de Concha Buika, la postura
crítica ante las conductas xenofóbicas y racistas emergentes en
Europa ante quienes somos diferentes. En fin, comprender que somos
parte de historias y circunstancias. Así es Concha.
España
campeona del mundial
“Querido
Raúl, gracias por compartir esta felicidad. Es todo un
acontecimiento social por muchas razones y todas positivas, lo que es
increíble. Por ponerte un ejemplo hemos recuperado la bandera
española, que nos la robó Franco y ha sido símbolo de fascismo
hasta ahora que es motivo de orgullo y apropiación de todos. Otro
efecto muy importante es que han ganado con juego limpio, sin
crispación ni bronca, que es lo habitual en España en este momento,
muy promocionado por el clima político. Y se habla mucho de esto
aquí ahora, es un valor en alza el trabajo en equipo, la
colaboración y el buen hacer.
En
fin, un poco de aire fresco que falta nos hace.”
Un
abrazo muy grande.
CCR,
julio, 2010
Agradecimiento:
a Oriol
Vall Combelles. Fue Concha quien posibilitó que nos conociéramos.
En julio de 2002, Oriol nos comentaba: “Una
de las actividades de la SPS (Sociedad de Pediatría Social), será
la publicación de unos "Cuadernos de PS", en el que
cupiesen cosas útiles y relevantes. Aquí también agradeceremos
colaboraciones”.
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