Querida Concha:
La última vez que hablamos compartimos experiencias de mujeres educadoras de México. Como siempre, tu vivías con entusiasmo los progresos de las mujeres, los avances en la equidad de género y en el buen trato entre las personas.
Ahora te has ido repentinamente sin que sepamos muy bien por qué y dejándonos ese punto de orfandad que nos queda cuando desaparecen nuestros seres queridos.
En México se dice que se vuelve a la casa del silencio -de donde venimos- cuando hemos hecho nuestra tarea en la Tierra. Sé lo mucho que has hecho y nos has dejado, discreta y firmemente -tal y como eras- en tantas áreas de la salud y la convivencia; cómo nos has apoyado y animado, todo lo que has dejado como huella de tu presencia.
Con agradecimiento y reconocimiento te llevaremos en nuestros corazones.
Fina Sanz y el equipo de TR
No hay comentarios:
Publicar un comentario