miércoles, 29 de junio de 2011

Streaming del homenaje

Como ya indicamos en la entrada anterior, hoy 29 de junio, a las 17 horas,  nos reuniremos en el Salón de Actos del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (Paseo del Prado, 18-20, Madrid) para recordar a Concha Colomer.


Para las personas que por la distancia o por otras obligaciones no puedan acercarse hasta el ministerio podrán ver el evento a través de la siguiente dirección del ministerio que estará activa a partir de las 17:00 que es cuando comienza el acto.

http://www.mspsi.gob.es/novedades/retransHomenajeCCR.htm


Un abrazo.

jueves, 23 de junio de 2011

Homenaje a Concha Colomer

Queridos y queridas:

El próximo día 29 de junio, a las 17 horas,  nos reuniremos en el Salón de Actos del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (Paseo del Prado, 18-20, Madrid) para rendir un homenaje a nuestra muy querida amiga y compañera Concha Colomer.

Sabemos que muchos de vosotros y vosotras querríais dejar también testimonio de vuestra relación y vivencias con Concha, pero el tiempo disponible es escaso y no sería posible dar la palabra a todos. Por esta razón, hemos pensado en una solución para que las personas que lo deseen puedan ofrecer unas palabras para Concha por escrito. Si nos las hacéis llegar, nos encargaríamos de recopilar vuestros recuerdos en un solo archivo que quede para la memoria y que pondríamos a disposición de todos y todas.

viernes, 3 de junio de 2011

A Concha, de Diego Ortiz


Puedes reír. Yo te dejo
reír, aunque no puedas
Jaime Sabines

La recuerdo de pie en la Candelaria, mirando las verdes montañas bogotanas y sonriendo…y hablando sobre el parecido de una cosa con otra; de un sitio con otro. Pero sólo miraba su recuerdo familiar y hablaba de su casa ancestral: de su familia, de su madre y de la abuela en la vieja España.
Preguntaba por todo y miraba todo, era delicioso su sentido de admiración y temor; la Candelaria es el barrio más antiguo de Bogotá; aquí se fundó a la manera española nuestra ciudad. Sus calles empedradas y chiquitas le sacaban sonrisitas; la gente y su bullicio le parecían en carnaval, la amabilidad era para Concha algo fabulario: preguntaba y preguntaba porque siempre había un gracias, eso le gustaba.
Al pie de las montañas y en el centro de nuestro mundo, así la veo entre las calles contaminadas y tumultuosas. De esta forma la quiero recordar. Comparto el dolor de las montañas y el llanto de nuestros adoquines por su partida, con lo cual quiero extender mi abrazo a su familia para contarles cómo nos encantó con su presencia.

Diego