domingo, 8 de abril de 2012

De ida y vuelta



De ida y vuelta

Recordando a Concha Colomer Revuelta desde la otra orilla del Atlántico

Raúl Mercer
FLACSO (Facultad Latinomaericana de Ciencias Sociales), Argentina
Sergio Meresman
CLAEH (Centro Latinoamericano de Economía Humana), Uruguay

La ausencia y la salud
Todavía es difícil despedirse de Concha. Su ausencia llegó demasiado pronto, su recuerdo demora en alejarse del presente. Intentamos guardar las fotos, aquietar la fuerza y música de su voz, poner a un lado los proyectos que habíamos comenzado a hacer para cuando regresara al llano del trabajo libre y sin las responsabilidades y presiones del Ministerio. Y sin embargo su marca parece estar presente en todo lo que sigue. Hay un silencio que cuesta aceptar, cuesta des-silenciar y con eso una sensación extraña, de tristeza y de estar menos sanos...
Su ausencia está presente.

Yo creo que nuestro diálogo, nuestra relación, tiene mucho que ver con la promoción de la salud mental, de la nuestra. De hecho, a mi me sirve, soy más feliz ahora.”
(CCR, agosto 2002)

Los comienzos

En el año 2001 nos pusimos en contacto por correo electrónico para compartir la noticia: Concha Colomer, vendría a Uruguay como parte de un proyecto de asesoría al Ministerio de Educación y quería aprovechar el viaje para conocer Buenos Aires. Soñaba con caminar aunque sea unos pasos junto a las Madres de la Plaza de Mayo. Para nosotros era la oportunidad de conocerla, pocos meses después de haber tomado contacto con su libro “Promoción de Salud y Cambio Social” escrito junto a Carlos Alvarez Dardet. Desde ese momento y hasta ahora, se inició un “tri-diálogo” como ella lo llamaba. Un espacio virtual hecho de mensajes, llamados, intercambios, proyectos. Todavía continúa ese contrapunto salutogénico que hoy nos hace intentar traerla de nuevo desde la memoria y recuperar su palabra y su cariño, único e irrepetible.


Montevideo – Uruguay
Sergio Meresman - Concha Colomer - Raúl Mercer

El primer encuentro
Raúl: ¿Cuál es la primera imagen que tienes de tu primer encuentro con Concha?

Sergio: Nos encontramos a través de Mª Luisa Vázquez, y en las primeras conversaciones había mucha literatura. Cortázar, César Vallejos, siempre estábamos recordando cosas que habíamos leído y nos inspiraban en la conversación y en los proyectos que nacían.

Luego llegaste tú y comenzaste a escribir odas. Creo que había una gran corriente de humor y placer salutogénico en la correspondencia. Concha estaba siempre alegre y siempre queriendo crear cosas. En esa época recibía diariamente entre 5 y 25 correos de Concha, se creó un circuito de comunicación que era a la vez exigente, generoso y fértil. Había muchas relaciones, caminos, intereses, gustos y amistades en común, que inspiraban confianza y alimentaban el espíritu.

Sergio: ¿Qué significó el cruce de Concha a Buenos Aires? ¿De qué hablaron?

Raúl: Para mí significó un momento pleno de expectativas. Nos encontramos en el puerto, descendió del barco junto a Gusi, su compañera de trabajo de aquél entonces. Posteriormente les propuse un recorrido extenuante por Buenos Aires que incluyó sus plazas, su historia, sus sabores, la cultura española omnipresente. Hubo tiempo para la academia y para compartir sus pensamientos en torno a sus intereses profesionales: la salud y la equidad de género. Terminamos por la noche fría recorriendo las calles lúgubres del barrio de La Boca en un viaje contracultural, alejado del circuito turístico y más cercano a la aventura. Nos divertimos.
Hoy tengo una mañana de buen humor y muy productiva. He recuperado mis espacios, mis tiempos,... y esto al parecer me sienta muy bien. Me siento "extendida mentalmente y emocionalmente". Voy a respetar vuestros tiempos y a dejaros un tranquilo despertar. No os voy a apabullar (de momento) con mi estado de ánimo. Luego volveré, cuando estéis activos, a contaros cosas.” (CCR, agosto 2002)

El trabajo colaborativo, una experiencia de vida

Raúl: ¿Cuáles fueron los aspectos que destacas a partir de las primeras propuestas de trabajo en las que trabajaste con ella?

Sergio: Parecía incansable. Estaba siempre motorizando procesos, búsquedas, oportunidades. Nos invitó a montar con ella un curso en línea y en pocos meses estaba en marcha pese a que ninguno de nosotros tenía experiencia con educación a distancia. Concha creaba un clima de trabajo muy bueno, le gustaba trabajar en equipos, era una compañera con la que resultaba fácil y motivador hacer cosas. Estaba siempre generando contactos, articulando gente amiga, promoviendo encuentros. No recuerdo que hablara mucho de redes pero actuaba todo el tiempo en ese sentido.

Sergio: ¿Y a ti, qué te gustaba de ella?

Raúl: Una de las cualidades que más destaco de Concha era su capacidad de trabajar en red, pensar en red y vivir en red. No se concebía como un ser único. Por el contrario era un ser social. Su existencia personal y laboral cobraba vida toda vez que cada idea, cada proyecto, cada propuesta iba enmarcada en su afán constructivista. Detestaba los personalismos y gozaba siendo transgresora. La interdisciplina fue un estilo de vida. Las barreras culturales, idiomáticas, las distancias y las diferencias eran transformadas, mágicamente, en factores de cohesión. Del mismo modo su vida estaba apoyada en una red de afectos y de amigos sólidamente y prolijamente constituida, protegida como el más frágil de los pétalos.

Raúl: ¿Qué recuerdos te trae las experiencias en la EVES? ¿Puedes destacar alguna de ellas?

Sergio: Creo que durante los últimos años que trabajó allí habían sentimientos bien ambivalentes entre ella y la Escuela. Por otro lado, eso es bastante común en todas las instituciones, hay lazos de amor-odio, rivalidades y celos profesionales que se entrelazan con el deseo de aprovechar las capacidades e historias compartidas, generar y socializar proyectos. Recuerdo que lo hablábamos y ella buscaba siempre evitar detenerse en los conflictos y obstáculos, encontrando vías creativas y productivas para continuar produciendo. Se reía de mí cada vez que yo hacia comentarios “ambivalentes” sobre mi trabajo con escuelas saludables.

Sergio, la verdad, con la manía que le tienes a los niños y niñas, a las madres y sobre todo a las maestras, no entiendo porque te dedicas a las escuelas, donde se concentran todas tus enemigas! ¿Por qué no te pasas a la promoción de la salud en prisiones por ejemplo? Seguro que el ambiente en ellas te parece más estimulante y menos agresivo que en las escuelas! Si lo decides cuenta conmigo, yo te acompaño también en esto!”
(CCR, agosto 2004)
El último trabajo que hicimos juntos en EVES fue muy especial y disfrutable. Una capacitación intensiva en promoción de salud para funcionarios/as del Ministerio de Salud de Rumania. Concha disfrutaba de la diversidad, de lo extranjero. Y necesitaba enseñar, sabía que eso era parte de los procesos de cambios (sociales y subjetivos) que siempre había defendido.

Sergio: Recuerdo una frase de Concha en un artículo que me gustó mucho “No sé qué viene después del patriarcado” ¿Cuál era a tu criterio, el significado que le daba al trabajo en Género?

Raúl: La equidad de género, era una de las razones de su vida. Iba mucho más allá de una postura personal sino un compromiso y una defensa de los derechos de las mujeres españolas y migrantes que aún siguen vulneradas en sus derechos y víctimas de situaciones violentas. No sólo los toros pagan los costes de la sed de sangre de algunos sectores de la sociedad española. Luchó desde su posición en el Ministerio de Sanidad, pero también trabajando junto a otros ministerios y organizaciones de la sociedad civil. Hablar de equidad de género es pensar en sociedades más justas, solidarias, libres de violencias y hegemonías. Supo atravesar esta visión a lo largo del curso de vida integrando su visión como pediatra social y su activismo por los derechos de los niños y niñas, hombres y mujeres del mañana. Libraba batallas en diferentes campos con la misma bravura, desde la cotidianeidad hasta los más complicados escenarios políticos.

Lo de ayer fue increíble. Comencé luchando contra una cucaracha (animales que odio), que estaba en el ascensor de mi casa a las 7.30 de la mañana y terminé a las 10 de la noche haciendo la declaración de hacienda (otro tema que odio). En medio tuve que suspender un curso que estaba dando porque, después de solventar los problemas con los ordenadores (y pelearme con los informáticos), se fue la luz!!! ..., me pelee también con los de los cursos de verano, con la agencia de viajes,... y muchas otras pequeñas cosas que acumuladas te amargan el día. Esta mañana me desperté a las 5 de la mañana con los nervios de punta, pero he conseguido reconciliarme con la mayoría y el curso ha podido seguir, así que estoy mejor. Pues sí, afortunadamente hoy está siendo mejor”
(CCR, junio de 2002)


De ida y vuelta

Raúl: Momento de reflexiones finales. Observando a Concha desde el Río de La Plata. ¿Qué mensaje os deja?

Sergio: Deja muchos. Todavía estamos muy tristes para aprovecharlos. Tal vez uno de los más evidentes era la forma en que se posicionaba para el trabajo conjunto. La cooperación era siempre horizontal, de ida y vuelta. Es algo que se proclama bastante pero muy pocas veces se lleva a la práctica. En ella era parte de una forma de ser y estar en la relación con todos nosotros.

Un tema a incluir es el modelo de colaboración que queremos, tal vez es algo que no hemos hablado lo suficiente y seria un buen momento. Esto incluye la implicación de cada uno/a que queremos y podemos tener, los roles a jugar, las responsabilidades que podemos asumir. En general a mi me gusta mas un modelo de colaboración entre iguales que de ‘cooperación para el desarrollo’ ”
(CCR, enero 2005)


Congreso de Pediatría Social - Salamanca
Sergio: Del mismo modo, que aprendizajes destacas?
Raúl: Destaco en Concha varias cualidades. Por un lado su transparencia, su modo de ser. Por otro lado, era una profesional en todo el sentido de la palabra. Desde el campo laboral hasta las relaciones de amistad. Para ella, preservar la amistad y su familia eran cuestiones sustantivas. Materia no negociable. Otro aspecto que destaco es su amplitud y posicionamiento ante un mundo global cada vez más asimétrico.


El tema de ida y vuelta fue recurrente. Desde las corrientes migratorias desde y hacia España, la fusión musical del flamenco con el tango en la voz afroespañola de Concha Buika, la postura crítica ante las conductas xenofóbicas y racistas emergentes en Europa ante quienes somos diferentes. En fin, comprender que somos parte de historias y circunstancias. Así es Concha.

España campeona del mundial
Querido Raúl, gracias por compartir esta felicidad. Es todo un acontecimiento social por muchas razones y todas positivas, lo que es increíble. Por ponerte un ejemplo hemos recuperado la bandera española, que nos la robó Franco y ha sido símbolo de fascismo hasta ahora que es motivo de orgullo y apropiación de todos. Otro efecto muy importante es que han ganado con juego limpio, sin crispación ni bronca, que es lo habitual en España en este momento, muy promocionado por el clima político. Y se habla mucho de esto aquí ahora, es un valor en alza el trabajo en equipo, la colaboración y el buen hacer.
En fin, un poco de aire fresco que falta nos hace.”
Un abrazo muy grande.
CCR, julio, 2010


Agradecimiento: a Oriol Vall Combelles. Fue Concha quien posibilitó que nos conociéramos. En julio de 2002, Oriol nos comentaba: “Una de las actividades de la SPS (Sociedad de Pediatría Social), será la publicación de unos "Cuadernos de PS", en el que cupiesen cosas útiles y relevantes. Aquí también agradeceremos colaboraciones”. 

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